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2011+2012
Diario IDEAL, 28 diciembre 2011
Querid@ compañer@ de lectura. No hace falta que te diga que estamos a escasas horas para despedir a este viejísimo año 2011 y recibir con alegría, regocijo y mucho alboroto, al recién parido 2012. Este año que se va, como ya ocurriera con los otros precedentes, se lleva por delante, al menos ese es mi deseo, los peores siete últimos donde la mayor estafa política sufrida por este país, ha sido desterrada para siempre. El año se lleva a un remendón y nos trae a un registrador de la propiedad. El pancarterismo por fin ha dado con sus huesos donde debía. Y es que el año que se avecina será un año donde todo sume. No debemos caer en la divisiones que este ‘bluf’ que se acaba de ir ha intentado sembrar en cada rincón, en cada hogar, en cada españollto de a pie que trabaja con dignidad, paga sus impuestos o emigra para encontrar un puesto de trabajo porque, aquí, el ‘no a la guerra’, nos ha dejado más de 5 millones. Por eso el año 2011 tiene de positivo sólo el final, que es el arranque de 2012, donde pese a todas la dificultades, en Europa ya piensan que, al menos, los que nos dirigen tienen títulos universitarios, saben leer, escribir y hablar en otros idiomas. Seguro que eso nos da mayores niveles de interlocución con un club al que todos quieren pertenecer pero en el que nos obligan a no practicar ‘EREes’ o ‘PERes’ masivos, familiares y con carné de partido y/ sindicato.
2012 será un año de ajustes, pero los que se deberán ajustar son los de arriba porque los de abajo llevamos más de cuatros largos años de ajuste. Así que sólo nos queda pensar, que yo lo hago así, que tocamos suelo en octubre y que los próximos 12 meses serán de arrastre, pero, al final y de cara a 2013, sí que veremos la luz. 2012 se avecina como el año en que los españoles decidimos cambiar de modelo productivo de una vez por todas; el año en que los sindicatos viven del pan que ganan con el sudor de su frente; el año en el que ser empresario o emprendedor tiene cobertura legal y prestigio social; el año en el que exportamos más que nunca; el año en que los guiris decidieron seguir viviendo a mansalva porque los servicios y los precios son los mejores en muchos miles de kilómetros a la redonda; un año en el que leer la prensa o ver el telediario no genere una depresión colectiva porque ya no tendremos un presidente mentiroso, acojonao y deZaParecido. Un año en el que cayeron los 31 últimos de régimen que posterga al culo de Europa a Andalucía.
2012 es ya el año de la suma. Y cuando uno suma, se crece y cuando se crece, se está feliz. No creceremos a base de pelotazos o ‘talonmanistas’ tipo yernísimo. Creceremos por fin, a base de algo tan sencillo como el trabajo diario, ajustados, pero trabajo al fin y al cabo. Crecermos viendo como se desmantela un ejército de vividores que se han paseado en coche de 350.000 euros. Creceremos sin chivatazos, faisanes o convolutos gasolineros de gente sin escrúpulos, educación y peor aún, presumidos de títulos universitarios que jamás fueron capaces de acabar un segundo curso de carrera.
Al menos, el que suscribe este artículo va hacer todo lo posible en 2012 por generar empleo. Yo ya tengo. No me falta. Pero por fin entramos en un nuevo año donde en el ambiente se habla un idioma que entiendo, practico y divulgo. A mi que Franco esté en ‘los Caídos’ me la suda.
El 2012 es siglo XXI, es el año de la democracia moderna española, de los empresarios y trabajadores que saben dónde y cómo salir de esta sin necesidad de banderas con siglas del siglo XIX. Es el año en el que ponemos el suelo para volver a donde nos merecemos estar por serios, competitivos, trabajadores y profesionales. Nos merecemos que 2012 sea una pista de despegue. Nos merecemos que nos dejen. Y sobre todo nos merecemos mirarnos la cara y decir que todo ha sido una pesadilla donde jamás queremos volver.
2012 es ya el año de la suma.
¡Que viva +2012!
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