Suena «Alone» de The Cure. Me hace pensar mucho. Porque pienso mucho sobre la próxima etapa vital que está muy cerca ya. Ya somos veteranos, silvers, o cómo nos bauticen los gurús de la mercadotecnia. Pasamos nuestra mitad de vida. Y queda por enfocar lo que resta. Aparecen goteras. Manchas en el expediente con las que antes no contabas y cierras tus ojos para que sólo sean eso: manchas. No me imaginaba de mayor. Y ya lo soy. Ahora no me imagino de senior y pronto lo seré. Porque el reloj corre cada vez más deprisa. Y cierro mis ojos deseando que siga siendo capaz de valerme por mi mismo hasta el último día. Vivimos ajenos a ese paso del tiempo, descuidándonos, como si no fuera a pasar nada. Y vuelvo a cerrar mis ojos. Serán los próximos en pasar por el quirófano. Porque ya soy mayor. Y aunque mi alma coquetee con mi pasado alborotador, cada día que pasa, me invade más la calma. Queda mucho por hacer aún. Pero por lo hecho, ya vale la pena estar donde estamos.