La Jaula

Encasillado. Enclaustrado. Escondido. Enjaulado.

Nuestro ser, ayer, volaba. Hoy busca el refugio de los barrotes. Nuestra alma, ayer, soñaba. Hoy, brazada tras brazada, sobrevive en el pozo de la nada. Nuestras manos, ayer, lucían unidas, entrelazadas, amantes amantísimas. Hoy, desligadas, cumplen a rajatabla la maldición de que la diestra no sepa lo que hace la siniestra. Y viceversa. Agarrándose como un clavo ardiendo a su escondite. Nuestro corazón, ayer, latía sosegado, casi dormido. Hoy, desbocado, salvajemente engañado, presume del eco de sus latidos rebotando en las pútridas paredes de su jaula.

Ayer, todo. Hoy, el vacío. Enjaulado