El descanso del guererro

 

Aquel guerrero regresó, después de años de lucha.

Retornó, con paciencia, a disfrutar del color que las estrellas tienen cuando el sol decide levantarse en las mañanas más mediterráneas.

Ni Georgia, ni James Blunt, podrán restañar las viejas heridas que la sal cauteriza. Lágrimas y agua de mar.

La vida es un complejo hotelero en el que, a veces, tal vez una vez, puedes dejar el spa de saldo y asomarte a un balcón, mientras que el brillo de la armadura ciega, por un instante, tus ojos cansados.

Vuelve la noche a cubrirnos con su manto.