Jul
17
2006¡Olvídame!
Así es como suenan las tapas de los libros, cuando se finaliza la lectura del último renglón.
Sabor agridulce ya que deseabas acabarlo pero por otra parte, estabas tan enganchado a sus borrenes en blanco y negro que se hace dificl vivir otra aventura cuando ves la parte dura del final.
Olvidados quedan los libros es la estanterías y olvidadas quedan las mañanas de espera, cuando se comparte un amante tras otro, un silencio tras otro y mientras el que recita debe acallar y aguardar sentado en la escalera de madera.
Olvidé decirte que es bueno olvidar, porque sin olvido no hay renacer; sin embargo no olvido el olvido de las señas, de la dirección inexistente o del acompañante invisible.
Eso, es dificil olvidar.
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