Tu cuerpo

Tus amantes hallarán silencio en él, jamás descubrirán los sonidos de tu piel, los escondites que se amarran a tus piernas, los valles inexpugnables sobre los que volar hacia tus pulmones y los ríos que llevan el nombre del placer entre tus pliegues húmedos;

y tampoco encontraran las letras de tu nombre o el sabor de tu alma.

Yo lo tuve, lo soñé y lo dejé prisionero de muchas letras; entre versos y relatos se halla ahora
y eso, jamás será terreno de ningún amante.

Los navegantes somos así.