Ago
17
2006La magia de una red
Como peces recién sacados de nuestro húmedo mar, andamos enredados entre estos hilos invisibles.
Intentamos desenvolvernos como esos regalos de Navidad, pero pese a usar navajas suizas, ella, esta red, nos vuelve a dar otro revolcón en el borreguete de una ola; nos inmoviliza una vez más.
La magia es eso: hacer creíble lo increíble.
Y, además, descubres que en esta red hay otro peces, tan asfixiados como tú que se tragaron todos los cebos y cayeron en todas las trampas, colencionando, dice la canción, botellas vacías y puestas de sol.
Por eso esta vez red no te romperé ni te rasgaré.
En esta ocasión dejo que llenes mi boca con sabor a sal y me dejaré mercer sobre tu próximo corcho.
Sigo de viaje hacia Ítaca.
¿Me acompañas?
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