Y te vas alejando

Los días aparecen iguales en la memoria. Todo es, en el recuerdo, similar, plano.

El presente es lo que imprime la esencia del ser, del estar. Pura sensación de lo que será.

Lo que pudo haber sido y no fue, pertenece a ese igualitarismo que aplica nuestro cerebro a lo existido.

El presente es el caldo de cultivo para mañana. Las horas que vendrán.

Sin embargo, sin escolta ni retaguardia ni escuadrones de ataque… te vas alejando.

Estas tan cerca del horizonte que tu vela mengua como la luna.

¡Vira!