"La conocí en un bar de Madrid donde el champán sabe a coca-cola".

Esta es la breve introducción de una canción para cantarle a un nombre formado por cuatro letras.

Tal vez, las cuatro letras que definen los puntos cardinales: NSEO.

A lo mejor las cuatro letras que componen las estaciones de un año: PVOI.

Quizá las cuatro letras de los tres mosqueteros más D´Artagnan: DPAD 

Más abajo se me ocurre hablar de los cuatro Jinetes del Apolacalipsis, el cuarteto de Filadelphia, los cuatro cuatreros o la multipliación por diez de los cuatro ladrones que acomapañaban a Alí Babá.

Pero es curioso como esta multiplicación, si la volvemos a hacer por cuatro canciones, nos salen cuarenta canciones. Cuarenta principales acompañados por cuarenta milones de gracias para una persona cuyo nombre está formado por cuatro letras que, una noche, una mágica noche, nos llenó el alma con su voz.

LOLA