Se acaba enero

Se acaba este primer "coitus interruptus" el año. Tras la dilatación, llega, arriba, nos invade, el mes el agua: febrero.

Los acuario y piscis, nos damos las manos para unir nuestros destinos en la universalidad de la esencia del ser; no somos sino porque existen los demás; de ellos, cogemos su fuerza, su permanencia y la justificación de existir.

Los latidos acuáticos que impregnan cada vez que un gramo de aire entra en nuestros licuosos pulmones, nos recuerdan que, en el agua nos criamos, del agua nacimos, en agua nadamos y del agua vivimos.

Nuestra madre nos gesta acuáticos y nos sentimos universales cuando, sentados, miramos al horizonte y sentimos como nuestros apéndices dactilares acarician la acuosa paleta de azules que nos muestra el agua marina.

Los ríos, venas de la tierra. Las lágrimas, fuentes de nuestra alma.

Labios, húmedos: agua de placer

Llega febrero… otro año más sin darnos cuenta… pero falta menos.