3-F: estuve allí

Desde que tengo memoria personal, jamás he tenido dudas sobre mi origen. Con escasos años oía los discurso de González, Fraga, Suárez, Carrillo, etc., en las primeres elecciones democráticas o veía con entusiasmo los debates de 10 minutos que ponían en la tele sobre la C.E.

Mi padre me ayudó, mostró, enseñó a comprender desde muy pequeño qué es la democracia y la diversidad política. En casa, por aquellos años se votaba al PSP (Partido Socialista Popular) de Galván. Y asistí muchas veces a Jaén desde Torredonjimeno, con una enorme bandera bicolor (blanca y verde) a pedir la autonomía para Andalucía. Vaya tertulias que teníamos con amigos… pantalones de campana, barbas, gafas de pasta, y "saquitines" de pico y algo más de 18.000 pts de sueldo al mes.

Pero jamás perdimos en casa, ni yo tampoco, esa visión histórica de pertenecer a la Nación más vieja de Europa. Ahora, con 37 años, si hay algo común en todos estos años, es haber llorado infinidad de veces por los atentados y asesinatos de ETA. Por eso, y por primera vez en mi vida (salvo en las manifestaciones por el asesinato de M.A. Blanco) ayer decidí ir a la manifestación del Foro de Ermua en Madrid.

Si algo me sorprendió es que nunca vi tantas banderas de España juntas, portadas por personas de todo tipo, jóvenes, niños, mayores, ellas, ellos… y eso me hizo poder sentir, en colectivo, que hay muchos que no nos avergonzamos ni de decir que somos españoles, ni de exhibir nuestra bandera nacional, ni de sentir pudor por amar a nuestra Nación, "patria común e indivisible de todos los españoles" .