El mero hecho de pretender algo ya me parece un exceso de pretenciosidad, lejos de la voluntad del que teclea las letras en estas páginas en blanco.

Pretender es "querer ser o conseguir algo, hacer diligencias para conseguir algo; dicho de una persona: Cortejar a otra".

No sé cuál de las opciones elegir. No quiero ser algo, porque ya lo soy -persona-.

¿Conseguir? Tal vez que me lean.

¿Poner mucha diligencia para conseguir algo? Sí, es probable. Le pongo mucho interés a esto para que me lean.

¿Cortejar? Pues me temo que será dificil retroceder en el tiempo para volver a cortejar a Mayte, Katia, Maripili y todas esas niñas que se quedaron en el recuerdo filtradas por unos cristales que hoy bien podrían blindar el mostrador de un banco.

Estas letras son mis criaturas: originales, excesivas, egocéntricas, pedantes, arrogantes, mujeriegas, frustradas, transparentes, imaginativas, lúcidas, sin vergüenza, ruborizantes, excitantes, incorrectas, desastrosas, desordenadas… todo eso y un poco más se me ocurre a este hora de la mañana.

Pero respondiendo a tu pregunta ¿qué pretendo mostraros? ¿Y tú me lo preguntas?

Pues tendría tantos motivos para mostraros como soy que precisamente me sobran… esos motivos.

¿Te suena?