Cuando te equivocas

El silencio en el tránsito de un viaje a ningún lugar, el sonido del arrepentimiento se queda engarzado a los recuerdos de un pasado que se desdibuja al ritmo del caer del agua de lluvia.

Yerros, equivocaciones… genealogía de la contrición espontánea.

El libro de los errores se escribe a cada segundo, en páginas en blanco aún por recorrer con tus letras porque nadie enseña a cometerlos.

Engendrado y concebido, el pacto con el hecho se firma con sangre. La lluvia se vuelve salada.

Reacción alcalina  escupida por una realidad, cabrona, tangible.

Y la sangre brota de tus manos.

La inyección corinto se injerta en tus retinas hasta la eternidad