Cuéntame (I): Katia

Cuando se está en la red del insomnio, comienzan a bailar delante de tus ojos llorosos seres que fueron… que no sabes si son, o qué serán. Hoy me puse a navegar en los cajones de la casa de mi madre (la de las perlas blancas en la foto) en busca de fragmentos de un pasado feliz, lleno de emociones inmóviles en pequeñas cartulinas; unas, en blanco y negro y otras, en color.

Varias he elegido para esta serie que llamaré «Cuéntame», sí como la de TVE, porque es eso.. cuéntame como te ha ido, si has conocido la felicidad…

Mi primer amor (citado ya en la serie «Ellas», en concreto en «Ellas III» ) salió como un resorte de la caja de fotos. Rubia y alemana. La moneda se debería haber sostenido en el aire antes de caer. No creo que llegara a los 8 años. Verano de Salobreña: segundos de enorme e infinito regocijo infantil recordando a aquella niña rubia que aún, hoy, busco entre las fotos apiladas en un caja de lata.

Las latas siempre guardan en su interior sorpresas: aromas de un pasado tan olvidado que por más que se olvide, está siempre presente.Y además, se puede oler.