Hay quien cumple años, meses, días. Hay centenarios o aniversarios. Incluso lustros, siglos y milenios. Y si estiramos más salen las eras…

Ayer, lo poco que tengo o siento mío -el resto es siempre coyuntural- (mi reflejo en el espejo, mi subconsciente y mi coche) cumplimos 200.000 kms. Sí, ahí es nada. Mi Superb, heredó 145.000 kms del anterior Octavia, gris plata, que a su vez había sido legado con 80.000 kms del Daewoo Lanos verde botella. En menos de diez años, tres bugas y 425.000 kms.

Creo que  cuando entrege este Superb, sus 40 gramos de alma, me los llevaré tatuados en algún hombro.

Hemos pasado mucho juntos, compañero. Felicidades.