¿Y si nos fundimos?

¿Es sólo un sueño?

¿Es acaso que el deseo prohibido visitó el rincón más oscuro de tu mente, blanca como las sábanas de tu cama?

o ¿es simplemente la realidad que empuja para una relación descompuesta en gotas de colores, en fluídos que navegan entre el rojo-lava y el níveo sabor a caña y ron?

¿Es un juego consciente inconscientemente llevado a la mezcla entre notas y letras? 

Cubres tu "yo" con la respiración entrecortada de tu otro "yo" que solloza tras el cuello, mientras la manos llegan para acometer el viaje definitivo.  

Ya tienes tu billete para el trayecto: la fusión.