Tras el cristal de mis gafas de lejos…

Manchas blancas que se aposentan sin permiso en el centro de mi visión…

emborronan, estropean, "escacharran" y "estrozan" mis pocos recursos visuales.

La noche y el día son territorios para los videntes… las trincheras, para los invidentes.

Sabes que en todas las guerras, esos agujeros, se convierten en islas para salvarse.

Por eso yo me aferro a tu trinchera… sin chaleco salvavidas, ni AK47…

Tras los cristales de mis gafas de lejos, embarradas de blanco satén, vivo… esperándote.