‘Los golpes deben ser suaves y no en la cara’

El clérigo saudí Mohamed al Arifi explica a tres jóvenes, el pasado 9 de septiembre, en la televisión libanesa, cómo y cuándo se debe pegar a una mujer según su doctrina. La violencia es su tercera opción, después de la amonestación verbal y el enfado.

VER VIDEO 

"Los hombres golpean a las mujeres más a menudo que las mujeres a los hombres". Una charla que comienza así no puede acabar bien. El responsable es Mohamed al Arifi, un clérigo saudí que, el pasado 9 de septiembre, explicaba en la televisión libanesa a tres jóvenes cómo ‘educar a una mujer’. La violencia, asegura, debe ser la última opción, pero si es necesario, mejor "hacerlo en lugares donde no cause ningún daño" ni deje marcas.

Tras explicar que "Alá hizo a las mujeres con cuerpos delicados, frágiles y suaves porque utilizan sus emociones más sus cuerpos", dice que como las mujeres "a veces usan sus lágrimas para disciplinar a sus maridos", los hombres, a cambio, pueden utilizar la violencia física para "disciplinar a su esposa"

"Primero, amonéstalas (…) si esto no ayuda, rechaza compartir la cama (…) no le respondas", explica como primer paso de este ‘métodoeducativo’. "Él tiene que mostrarle a ella que está enfadado". Si esto no ayuda, y la mujer se muestra feliz por dormir sola, prosigue el clérigo, "¿Cuál es la tercera opción?". "Golpearla", contesta uno de los jóvenes invitados.

"Bien, pero, ¿cómo hay que hacerlo?", insiste el religioso, antes de explicarlo: "Golpear en la cara está prohibido, incluso si se trata de animales (…) los golpes deben ser suaves y no en el rostro".Ya con la doctrina clara, prosigue explicando que algunas escuelas hablan de hacerlo con un palillo de dientes, y saca uno como ejemplo. "No la golpea con una botella de agua, un plato o un cuchillo. Esto está prohibido. Fijaos qué suave es hacerlo con un cepillo de dientes. Muestra que el propósito no es provocar sufrimiento".

Al Arifi, que asegura que la diferencia entre pegar a un animal y a una persona es que en el caso de los segundos influyen más los sentimientos que el dolor físico, asegura que el objetivo de golpear a una mujer es mostrarle que "ha ido demasiado lejos".

E insiste: "Si la pegas, debe ser suave y no debe afear su rostro. Debes hacerlo donde no deje marcas. No debes pegarle en la mano, sino en lugares donde no hagas daño. No debes hacerlo como si golpeases a un animal o a un niño, sino con cachetes a la izquierda y a la derecha".

En un alarde de humanidad, el clérigo no duda en justificarse: "Muchos maridos golpean a sus mujeres sólo cuando se vuelven locos, y cuando lo hacen, es como si diesen puñetazos a una pared (…) Es una persona lo que estás golpeando, así que eso está prohibido. No debes hacerlo".