Despertar

Cuaderno de bitácora: día 29

Una enorm luz blanca me ha despertado. No he sido capza de averiguar qué estab ocurriendo hasta que he girado mis ojos hacia la derecha, en mi cápsula individual. Se trataba del Tripulante nº 4. Al despertar su dedo índice cruzaba sus labios de forma vertical. Es absurdo esa señal sabiendo que no tengo lengua y que salvo gritar o aullar de forma primitiva, no puedo hacer nada.

Ha comenzado a susurrame cosas extrañas al oído. Era incapaz de descifrar qué quería. Lo he apartado de mí. Con mi nanoteclado le he escrito un mensaje: ¿qué demonios quires a estas horas? Él ha vuelto a susurrar. En un segundo, con algo más de visión -aún guardaba ese reflejo blanco en la retinas de mis ojos- le he visto, las suyas, sus pupilas, apenas inexistentes. Las tenía completamente dilatadas. En ese instante he sido conciente de que iba bajo una fuerte dosis de LDS. Cogiéndolo por su nuca lo he acercado a mi pecho. Con mi desdos índices y  corazón he acariciado su chip. Así he podido tranquilizarlo. Lloraba de forma intensa y silenciosa. Me ha empapado.

Tras varias sesentavas unidades de tiempo, ha conseguido tranquilizarse. Su voz se ha vuleto limpia. Se ha acerdao de nuevo a mi oído para decir: "quiero tu vagina".