Mar
11
2008La diosa de la ventana
Olvidarte; no. Quiero agradecerte que me dejes ser marco.
Recto u oblicuo. Cerrado o abierto. Opaco o traslúcido.
Anatomía policromática para dejarte los pantalones enganchados en el postigo.
Y postrado, miro para encerrarte en mi memoria, encuadrarte una vez más en esta foto fija. Me arranco el corazón para implantártelo y que lata, metálicamente, junto a mi doble de madera. Doblez de nogal. Espina doblada. Doble de espacio, de tiempo y de espera.
Inmóvil, casi transparente, te has tatuado sobre mi esquina más mentolada.
Me dejas sentirme como una ventana.
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