Para quien lo encuentre: llevo 21 años esperando en la costa más perdida de la isla más lejada de este Planeta. 21 años sin escuchar nada más que el ruido del agua. Ese ruido, ensordecedor, a veces, me vuelve loco. Casi me he olvidado de escribir.   He enviado más de dos cientas cincuenta bolletas con mensajes. Aquí, llegan de las borracheras de los yates que veo en el horizonte. Una por día. He agotado mi papel y éste, es el último mensaje que escribo. Tras 21 años esperando espero que alguien lo encuentre. Tal vez, tras otros 21 años, ya, ni exista.  

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Dice la noticia: 

Un mensaje metido en una botella y lanzado al mar frente a las costas del estado de Washington fue recibido 21 años después en el estado de Alaska (EE.UU.).

El mensaje fue hallado a finales del año pasado por el cazador de osos Merle Brandell con la ayuda de su perro labrador en una aldea de pescadores de Alaska tras flotar alrededor de 2.000 kilómetros en el océano Pacífico durante más de dos décadas.