Presentación de Lola Romero, ayer

Buenas tardes, bienvenidos/as. Gracias por asistir a la presentación de «Ellas… mi liblog» en este marco incomparable, nuestra bBiblioteca provincial, donde las letras se huelen y hasta se respiran.

Para mí, un honor presentar a este amigo y escritor, Fernando Ortega. Su trayectoria como escritor es larga, quienes le seguimos lo sabemos, y para los que no, creo que ahora es el momento de hacerlo.

En los últimos tiempos se habla mucho de literatura digital, con un debate de fondo, literatura digital o literatura en papel. Pues bien, Fernando es uno de los precursores de este debate, solo que en su caso, convencido además de que las nuevas tecnologías y el pasado deben de ir unidas.

Hago esta introducción porque la obra que hoy presentamos es literatura digital en su formato original, y ahora lo es también en papel, fruto de una cosecha que surgía el treinta de mayo de dos mil seis (día de San Fernando) cuando Fernando Ortega crea Vagamundos, su blog.

Esta palabra, blog, a estas alturas hasta los no habituales a la red y al mundo de la red conocemos perfectamente su significado, otra forma de expresión, de comunicación sin fronteras y para muchos escritores, una vía necesaria para darse a conocer en la que la interacción entre escritor y lector es continua a diferencia de la literatura convencional.

Claro que la base es la misma, o sea, lo escrito en cualquiera de sus formatos atrae o no, gusta o no, o disgusta, ¿porqué no?

En el caso de Fernando Ortega los números siempre fríos producen «repelus». Desde ese treinta de mayo, más de dos años escribiendo en la red.

Este seis de mayo su blog recibió dos mil noventa y tres visitas. En estos dos años ha acumulado un total de novecientos cincuenta mensajes, tan solo la semana pasada, de lunes a jueves, el blog acumuló un total de cuatro mil quinientas visitas. Creo que estos datos hablan por sí solos.

De todo lo anteriormente dicho, nace «Ellas… mi liblog» con un ingrediente fundamental que ya indica el título: «Ellas». La figura femenina desgranada en su máxima expresión. Deseo, sensualidad, sexualidad, pasión, obsesión, admiración… Y por encima de todo, un profundo respeto. Difícil conjugación en la que este autor se desliza sin prejuicios ni complejos.

Fernando Ortega extiende su red en esta obra sumergiéndonos en una espiral de emociones y sensaciones libres y sin límite.

Por mi parte, nada más. Sólo un inciso, me siento más cómoda a su lado, compartiendo como él lo define, momentos radiofónicos de ayer, hoy y de siempre. Otra faceta comunicativa que no podía dejar al margen de este Vagamundos.

Os dejo ahora con otro gran escritor giennense, Juan Carlos García-Ojeda Lombardo, presidente del Claustro Poético Jaén.