Oct
13
2008Aquel maravilloso año
No es fácil relatar qué se siente cuando se oye garage music. Evangelina se dejaba acariciar como la vieja guitarra de Hendrix. Y las margaritas decoraban su frente nívea simulando ser manillares de Harley´s de segunda mano. Una nueva copa de ron, mezclando limón y sal: lengua y piel. Dos nuevas rayas para tatuar una fecha: la del horizonte y la de la mesita de noche.
Luego, Salimos, Dormidos.
Te enseño mi clavel, para que lo coloques en tu cóccis de destrucción masiva.
Un nuevo pistozano y la siguiente curva en un giro de 360º alrededor de tu ombligo. Dangerous race, indica el espejo de tus gafas. Nuevas rayas.
Y decides, no ya esnifarme, porque soy polvo, sino inocularme.
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