Las primeras técnicas deescritura se dieron ya en el año 4000 antes de Cristo, si bienes cierto que desde la Prehistoria, el ser humano dió muestrade su necesidad de comunicarse no sólo por sonidos, sinotambién por trazos, signos, símbolos que un díase convirtieron en palabras y las palabras en frases, creando unidioma.
Con esas palabras, Homero, Virgilio,San Marcos, los monjes celtas, Al-Abhari, Dante, Cervantes, Dryden,Rousseau, Julio Verne, Washintong Irving, Marx, Valle-Inclán,Machado, Orwell, Cela o Umbral nos han dejado un legado universal:sus manos crearon Literatura.
En pleno siglo XXI, en el siglo de lascomunicaciones, en la era de la digitalización universal, enel tiempo de la supresión de fronteras, la globalizaciónde conocimiento está afectando, sin duda, a la transformaciónde la creación literaria.
Nuevas herramientas, nuevos lectores,nuevas producciones se abren paso a un ritmo que jamás pudoimaginar Allan Poe u Ortega y Gasset.
Nos hallamos, pues, ante una nuevarealidad. La creación literaria, como el ser humano,evoluciona, pero sigue atendiendo a su esencia primitiva: lanecesidad de comunicar y el creador lo hace por el mero placer de serleído. Sin lector, el escritor no tiene sentido, afirmaCaballero Bonald.
También eso ahora ha mutado:millones de lectores, a través de una pantalla, se asoman adiario a miles de letras que juegan en más de 625 líneas.
La imprenta coquetea con el scanner yla tinta se deja acariciar por la hipertextualidad. Ventanas que secierran, versos que se tuercen o susurros de olas que forman palabrasaleatorias que nos hablan de Ítaca.
Nada permanece invariable, ni tansiquiera la Literatura. El tiempo juega el papel inexorable de unjuez que no mira la vida pasar: dicta sentencia para que todoscumplamos sus veredictos.
El placer por leer, el estímulopor crear se agarran a nuestra alma como esencia de nuestrainteligencia. Sin embargo, ahora casi nada es como antes.
Por eso nos reunimos en Jaén,santo reino, tierras de moros y critianos, de aceituneros altivos…para ver, oir y escribir que hay de real en lo intangible de la Red ysu interacción con la creación literaria.
Nuevos tiempos para la líricaque permiten expresar en digital lo que siguen pariendo nuestros dedos…
Si en Jaén somo felices,contradiciendo al sabio urbanita de voz cascada de Úbeda, sídebieramos tratar de volver porque no nos dejaremos la tareaterminada.
Descubramos, aunque sólo seapara relatárselo al Mundo, qué es literatura digital.
Y vosotros… ¿lo sabéis?
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