Stalin… ese gran exterminador

No lo podía evitar. Le gustaban los hombres. Por eso ordenó matar a más de quince millones de sus compatriotas, entre ellos, miles acusados de ser homosexuales, curiosamente uno de los peores pecados entre comunistas e islamistas. Ahora, la exposición «Mensajes del gran líder: los autógrafos de Stalin», acaba de abrir sus puertas en Moscú. Y en ella se pueden observar 20 grabados de desnudos masculinos comentados por uno de los mayores genocidas y asesinos de todos los tiempos. Lo curioso es que el tono usado por el dictador ha levantado todo tipo de comentarios sobre su identidad sexual. «Este bastardo pelirrojo de Radek, si no hubiera orinado ante el viento, si no se hubiera enfurecido, estaría vivo»; «Plejanov, ¿por qué hace signo (con la mano) hacia atrás? Cobarde enemigo del pueblo» o «No pongas tu trasero desnudo sobre piedras», son algunos de los comentarios que aparecen en los grabados.

Unas de las características psicológicas de este tipo de personajes es precisamente ése: castigar hasta la exterminación a los que son como él por considerar repugnante esa debilidad. De ahí su extrema locura.

Los millones de purgados por Stalin -y su sistemática ocultación- son de los hechos más vergonzosos para la Humanidad acaecidos en estso dos siglos.