Huele a elecciones. El patio político está más alterado que nunca. Un PSOE, a la defensiva, gracias a su desastrosa gestión y creencia de que con un No a la guerra se gobernaba un país. El PP, sesteando en la oposición gestionando el coma económico en el que nos ha metido el PSOE de Zapatero.

Sin embargo, los desencantados de la política y de estos dos grandes emporios ministeriales, se nos caen los palos del sombrajo al no vislumbrar, alternativa coherente y lo suficientemente fuerte para obligar a rectificar políticas demagógicas, descabezadas, de veleta, de globos sonda, o de rodillo, gracias a ‘mayorías absolutas’. En Andalucía el panorama es todavía peor ya que será, o Griñán -más PSOE gripado-, o Arenas -pepero democristiano que nunca ganó nada-. Sin esperanzas…

Pero los últimos datos del CIS nos daban una sorpresa. No negaré mi simpatía por UPyD. No negaré que Rosa Díez es, sin duda, una política con casta y con ganas de hacerlo bien. Pero lo que no me imaginaba es que fuera la política en activo más valoradas por los españoles. Eso hace realidad una verdadera tercera vía, lejos también de los canívales nacionalistas que sólo pretenden subastarse la túnica del crucificado trasnmutada en piel de toro.

Los datos socio-económicos de España de 2010 son tan demoledores que, sin duda, necesitamos de una tercera vía que nos de, al menos, esperanza de no tener más de lo mismo o como se dice… los mismos perros con diferentes collares. UPyD necesitaría más respaldo mediático para hacer ver sus propuestas y alternativas.

Pero eso sólo se conseguirá con trabajo y con votos. Mis manos, mientras que no me demuestren lo contrario, apuestan por esta tercera vía.