La Tarara

Diario IDEAL 21 abril 2010

‘Lleva la Tarara / un vestido verde / lleno de volantes / y de cascabeles. / La Tarara, sí; / la tarara, no; /la Tarara, niña, / que la he visto yo’ dicen los versos de unos de los poemas más famosos de García Lorca, musicalizados y convertidos en canción, muy celebrada y cantada, por cierto, en la época de la II República y que curiosamente escuché en el concierto de despedida de la banda de rock ‘Los Canallas’, en la mítica Sala Caracol de Madrid. Mi amigo Michel, cantante y líder del grupo me había invitado junto a mi compañero Javi Guillén, ya que por aquel año 2003, defendíamos ciento y un expediente sancionador sobre su garito, otra institución madrileña, llamado ‘La silla eléctrica’.

‘La Tarara’ era un tema que ellos ya habían editado en un disco homenaje a las canciones republicanas, editado en el año 2000, titulado ‘Nunca más’ y en el que colaboraba hasta Loquillo. Curiosamante fue boicoteado por muchas gentes de izquierdas, entre ellos la propia CNT. Desde luego los que conocemos a Michel, no podemos imaginarlo votando al PP. De hecho, en aquél concierto despedida se oyeron muchos gritos poco ‘peperos’. Nos lo pasamos genial y luego tomamos birras en el garito antes citado.

Bien, en este país parece que el que intenta, desde su punto de vista, revisar la ‘hiperlegitimidad’ que se atribuye la Izquierda con respecto a la Historia, es prácticamente, aniquilado. Es el caso del ‘Punto G’. La Izquierda se ha tirado al frente mediático confundiendo las churras con las merinas, defendiendo a un funcionario público -al que todos le pagamos el sueldo-, usando como argumento algo tan superado por todos -gracias Transición- como fueron los represaliados del Régimen anterior. La Izquierda, usa, otra vez, con un monopolio de la verdad, la Historia, revisando y legitimando con todo lo que han montado, la actuación de un magistrado-juez de la Audiencia Nacional que está siendo procesado por sus propios compañeros por cometer más de uno, dos y tres delitos

A Gómez de Liaño se lo cepillaron desde el Ejecutivo. Pero el ‘Punto G’, es un caso estrictamente jurídico, ceñido al Poder Judicial, otro de los tres poderes del Estado, al que por cierto, los ministros del paro, Méndez y Toxo, quieren colocar en posición genuflexa -lo dijo Gómez de Liaño- frente al Ejecutivo, que desde esa ‘hiperlegitimidad’, es dueña y señora de toda ‘nuestra libertad y democracia’ y el que no lo ve así, es ‘cómplice de torturas’.

Afortunadamente no tengo memoria histórica. Nací en 1969; he vivido, crecido, estudiado, educado, trabajado, escrito, expresado… siempre en LIBERTAD. He elegido a la hora de votar, leer, rezar o viajar. Pero desde luego, lo que no puedo entender es como la sociedad española aún ve con normalidad como los ‘señores del desempleo’ quieren darnos lecciones de democracia a millones de españoles que trabajamos muchas horas diarias, pagamos un huevo de impuestos, sacamos adelante empresas, familias, hijos y demás, mientras que ellos, confundiendo e intoxicando, justifican su ‘buen vivir’ envolviéndose en la bandera tricolor, defiendo a un funcionario público muy sospechoso, usando instalaciones públicas, para demoler un Poder del Estado, entre otras.

Mientras, cada día, se vulneran los derechos fundamentales de casi cinco millones de ciudadanos de este país: se les priva de su legítima aspiración de ganarse el pan con el sudor de la frente. Pero claro, defender esto, no es ser de izquierdas.