¡Felicidades Vagamundos!

Escribir, al menos yo lo entiendo así, es como desnudarse delante de una cámara y dejar que todos vean cada rincón de tu cuerpo. Eso ha sido, es y será Vagamundos, una fotografía del día a día, de mi cuerpo, de mis cambios, pasos, emociones, gustos y disgustos, triunfos y fracasos, drogas, sexo and rock&roll, etc., una radiografía del ‘cómo soy’. Ni más ni menos. Cuatro años eneseñando mis vergüenzas para gusto de algunos y desagrado para otros.

Es la policrómica y poliédrica realidad de un ser humano que, hoy, cuatro años después de su primera anotación, es alguien muy distinto de aquel que escribiera el día 30 de mayo de 2006 su primera anotación -si la materia cambia, ¿por qué no el ser humano?-, pero que gracias a este blog ha sido capaz de trazar una línea a la que se han subido miles de lectores, amigos, admiradores y hasta detractores – supongo por lo pocos visibles, claro-.

4 años con 1993 anotaciones y miles de comentarios, enlaces, etc. Hoy Vagamundos cumple 4 años. Por todo este tiempo, hoy, más que nunca, me queda sólo que agradecer  sobre todo a Albert García, padre de Obolog, su dedicación para que la casa sienmpre estuviera posible; también a los que se pasan por aquí a diario, o lo han hecho alguna vez en este montón de días ya transcurridos.

Lo que empezó siendo un bloc de notas digital sobre ‘presuntas’ creaciones literarias es hoy mi álter ego internetero, con todo lo que eso representa -compartir para crecer-.

En la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en el día y en la noche, en compañía y en soledad, así son estos 4 años, praefacio de otros 4 ó 44 tan amocionantes como los ya contados.