Di no al amor

Es tan secillo como elegir al deshojar la margarita.

Sin apenas alternativa, ella siempre ofrece las mismas. Sí-no. Pequeña y diminuta conjugación aleatoria que dividida por sí misma arroja desde la cosmogonía del tiempo, el mismo resultado.

Hoy le he vuelto a preguntar. Sí-no. Es un tic-tac repetitivo. Y jamás me ofrece solución. Quizá porque no haya solución. Quizá porque le respuesta siempre sea la misma: No.

No al amor.

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The Pains of Being Pure At Heart ‘Say no to love’