Ser móvil

Diario IDEAL 27 octubre 2010

Es la realidad la que la mayoría de las veces me designa el camino sobre el que debo de caminar para enfocar esta columna de cada miércoles. Un inciso: gracias a todo el que la lee. Creo que muchas más personas de las que me imagino. Por eso no decaigo en cumplir con este deber ‘columnil’ que cada semana me permite contra alguna historieta en un papel de periódico o en un periódico de papel.

Lo cierto es que ahora, escribiendo en el tren -extremo que me encanta porque dispongo de tranquilidad para ello- me he dado cuenta de que soy un ser móvil. No que me pueda mover, que eso ya lo sabía, tipo culillo de mal asiento o símil clónico del correcaminos mic-mic. Se trata de la movilidad aplicada al trabajo.

No tengo gadgets de los complicados, ni teléfonos súpermegainteligentes.. Tengo un pc de los pequeñitos, apenas del tamaño de un libro, un pincho de los que te ofrece Internet y un teléfono móvil de los más elementales. Y sin embargo, he descubierto que esté donde esté puedo trabajar, twittear, contestar correos, escribir sms… etc, etc. Sé que lo que digo no es ninguna novedad. Pero depende de para qué lo use.

En tiempos de crisis, ser pequeños es una ventaja competitiva. En el mundo de los negocios actuales la información fluye de forma espeluznate; los ‘prosumer’ son los dueños de la prescripción comercial y los clientes quieren respuestas rápidas, eficaces y casi, o mejor, siempre, en tiempo real. ¿Es bueno? No lo sé; desde luego es lo que impera en la actualidad; por eso tengo la sensación de que, a veces, mirando a este sector o al otro de más allá, llevo en experiencia y experiencias, una pila de metros de ventaja. Y aún desconozco por qué, sobre todo en el ámbito empresarial, no se termina de dar este salto cualitativo de la movilidad, tan esencial ya en estos tiempos que corren.

Me siento un aprendiz de friki que está en 1º de EGB.de tecnología.. pero eso me ha permitido esta semana por ejemplo, dar cuenta, pelos y señales de todas las acciones comerciales en las que he participado ofreciendo información en tiempo real para navegantes, ‘followers’, ‘feisbukeros’, etc. Insisto, no sé si es bueno. A mí si me lo parece, pese a estar aún muy lejos de ser un experto digital, pero si todos tenemos que competir a través de una pantallita de algo más de 20 centímetros cuadrados desde luego no hay que perder el tiempo y estar siempre lo más a la vanguardia que se pueda.

Defiendo que soy de Jaén, me siento de Jaén y llevo el nombre de esta provincia allá por donde paso, online u offline… pero creo que en estas cuatro letras debería haber más ímpetu y apuesta por subirse a este carro y dejarse ya de lastres casposos, cainitas y envidiosos de ombligueros anclados en que el ‘status quo’ permanezca así ‘sine die’.

Yo ya me bajé de ese tren y desde luego puedo decir que estoy muy satisfecho y contento de ello. Desde luego mis cientos de horas de curro me cuesta cada semana pero si consigo cada mañana dar un pasito más, me alegro por el esfuerzo realizado. Y además es que ya tengo la suerte -¿o no?- de poder contarlo a miles de personas.

Es otra forma de viajar… actividad que siempre nos enseñó a las personas que en cada lugar nuevo, hay mundos extraordinarios por descubrir. Es la esencia del que desea permanecer siempre hambriento y sufrir algo de locura diaria…