Maridaje del siglo XXI

Diario IDEAL 12 enero 2011

Las comunidades web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de red social, los servicios de alojamiento de videos, las wikis, blogs, mashups y folcsonomías, son conceptos que ya no deberían sonarnos a chino mandarino. Son los hijos legítimos del fenómeno Web 2.0 (2004–presente), fenómeno social basado en la interacción de todos los jugadores que campan a sus anchas por un terreno de juego llamado Internet. Ahí nace también la ‘generación colectiva del conocimiento’, democracia creativa que le mete el miedo a muchos, sobre todo a los que aún llevan un pequeño Stalin en sus genes, tipo Sinde, contadora-partidora de los dineros públicos que quiere meternos en la cárcel a aquellos que no vemos de forma ‘socialsindicalcontrolada’ los ‘derechos de autor’.

Eso es harina de otro costal. No me voy a manchar ahora las manos con esta masa que está caducada. Pero ya que estoy de masa y de harina, o sea cocinando -alto tangible- lo marido al más puro siglo XXI con aquello que parece tan intangible -lo digital-. Esto se entiende; o no. No hay término medio. Así, la cocina ya no se concibe como un lugar sólo para cocinar. Entorno a este lugar ha crecido y multiplicado una cultura de conocimiento, experiencia, diversión, investigación, innovación, etc. que la ha convertido en unos de los referentes actuales de la web 2.0.

Con estos principios e ingredientes básicos vamos a cocinar este fin de semana una espectacular y moderna forma de conocer lo mejor de nuestra provincia: el aceite de oliva virgen extra. Algo, por cierto, tan poco considerado por el común de los mortales de esta santa provincia. Lo vamos a mostrar en la web 2.0. Sí; se puede. Con actores, con terreno de juego, con ganas e imaginación. Y sobre todo, con intercambio de información y conocimiento, absolutamente necesarios para crecer. Aquí rige el principio: comparte y crecerás.

Durante estos días (14, 15 y 16), la web 2.0 hablará del ‘virgen extra de Jaén’. Pero no como algo vulgarmente ostentoso para exhibición indecente de intereses catetos. No. Esto no vale en Internet. Aquí se sabe todo. Aquí se trabaja de forma directa y transparente. Esto es sólo el pistoletazo de salida para que nuestros oleocaldos escalen puestos en la debida consideración que se merecen. Esto se entiende; o no. No caben las dudas aquí tampoco. Es una apuesta arriesgada. Pero una persona inteligentemente híperactiva como es María Angustia Velasco, lo ha visto. Desde el segundo uno. Y en la Casa, en la Diputación de Jaén, repleta de gentes con mucho talento, también. Sin ellos, en esta ocasión, no habría terreno de juego. Por eso es absolutamente alabable el doble salto mortal que van a dar, abriendo de par en par el corazón aceitero de nuestra provincia a la web 2.0, donde no hay señores ni vasallos. Pero nada hay que temer. Es una apuesta a caballo ganador. Es un ejercicio de responsabilidad, información y formación que permitirá, de forma poliédrica, seguir peleando en esta nueva cancha. Se está o no se está.

Por primera será esta provincia la que coja el azul cielo de la web 2.0 y la pinte del color oro líquido. Subidos al trapecio, sin red y desnudos, así realizaremos esta función. Insisto, la tramoya aquí no sirve. Es el vertiginoso atractivo de un ejercicio de libertad. Así es Internet. Así debe ser también para nuestro aceite de oliva virgen extra. ¿Quién dijo que debería pertenecer sólo a unos pocos? Somos muchos. Jamás demasiados. Hay que seguir intentándolo. Y morir con las botas puestas. De los cobardes jamás se escribió nada. Este fin de semana se escribirá, y mucho, de esta valiente gesta. No es heroica, pero sí que es atrevidamente fresca. Un punto de inflexión en lo que debe ser a partir de ahora. Y se está; o no. Si la materia cambia ¿por qué no hacerlo nosotros? Seguimos. Sigo. Por eso corro cada día distancias más largas. Mi corazón, el motor de mi cerebro, está más incansable que nunca. Y lo contaré. En Internet.

‘Cogito, ergo sum’.