Mehr Deutsche!

Diario IDEAL 2 febrero 2011

No creas querido lector que me ha dado un ataque agudo de disgrafía cuando hayas leído el titular de la columna de hoy. No. Es más sencillo que todo esto, sobre todo si sabes usar el traductor gratuito y rapidísimo que te ofrece ‘San Google’ y que te puede sacar de un apretón idiomático en apenas unos segundos. No creo que ahora descubras nada si afirmo que siento simpatía por los ‘yankees’ y admiración por los alemanes. Siempre fui muy germanófilo, tal vez por Katia, aquella niña de ojos azules que me enamoró cuando aún no tenía diez años en el tórrido verano de Salobreña a los sones de las coplillas de Abba. La fijación por las rubias sigue (sean alemanas o de ‘apetejane’) y por Alemania, también. Siempre me ha impresionado su Historia y reconozco que haber sido parte alguna vez del mismo Imperio -con Carlos- pues tiene su puntito. Dicen que los ojos azules de mi bisuabuelo de Albox tenían sus orígenes en gentes repobladoras venidas de la fría nación germánica. Por eso cuando D. Antonio Moreno me examinó en COU del Zollverein de Bismarck, me cascó un ‘sobre’. O tal vez me sentí prota de ls Historia cuando el 9 de noviembre de 1989 veía desde Pamplona como el puño cerrado, la hoz y el martillo quedaban para siempre enterrados.

Puede que todo eso tenga que ver con mi filia germánica. Son defectos que cualquier puede tener. Es, además, un espejo donde me gustaría que mi país y sus ciudadanos pudieran mirarse. Porque si tiramos de datos, aquí sí que me cambio de nacionalidad pero a la voz de ¡ya!

El paro juvenil (hasta 25 años) en el mundo, según la OIT, será en 2010 del 12,3%. Casualmente en Alemania, ese paro juvenil es del 9%. En España es del 43,6% y en mi querida y maldita Andalucía del ¡53%! Hay toda una generación de jóvenes que no tienen futuro. Prefieren, con fracaso escolar de más del 30%, ver ‘GH 24’ o la ‘teleasquerosabasura’ pública y privada en ‘prime time’ que salir a buscar curro. O no lo hacen porque, simplemente, no hay tajo. Aquí tiramos de terruñerío cutre, socialsindicalismo cateto y populismo trasnochado, en vez de tirar de espejos como el alemán, que tendrá todos los defectos del mundo que queramos buscar, pero que ofrece futuro a sus ciudadanos. Sobre todo a los más jóvenes. No en vano, mañana, María Angelita Merkel vendrá a examinar al ‘remedón’ con 800.000 puestos de trabajo cualificados debajo del brazo. Allí con 80 millones de criaturas, crecen al 3,8%. Aquí al -0,2% Se nos debería caer la cara de vergüenza. A mí, al ver los datos, me pasa. Me avergüenzo -y sufro- con estas cifras. Cifras que se vuelven ‘tsunamis’ cuando vas al extranjero y las dices. Ni Burkina Faso, con todos mis respetos, presume de datos tan brillantes

Por eso, no es de extrañar que para venderte un coche, entre sus adjetivos calificativos de excelencia, seguridad, fiabilidad, añadan ‘¡más alemán!’ ¡Ole sus güevos! Me encanta. Porque aquí somos todos unos enanos mentales con menos ganas de currar que un muerto en su entierro. Y si no ¿por qué no salen esos jóvenes sin futuro a meterle fuego a todo lo que se menee? Yo lo hice por las calles de Jaén cuando Rubalcaba era Secretario de Estado de Educación. Año 1986. Él sigue en el poder; yo me sigo dejando el pellejo para poder sacar a mis hijos adelante. Como lo hicieron aquellos que tuvieron que irse a Alemania hace años. La historia se repite. Antes por Franco y sus 40 años. Ahora por los 31 años de régimen socializante lisérgico que ha repartido soma a granel en esta tierra andaluza. Por eso me siento cada día un poco más alemán. Los demás jóvenes, sé que no van a hacer nada. Sólo seguir viendo la tele.