La Jarosa 2011: una tarde para olvidar

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Frustración y cabreo. Es el resumen de una tarde para el olvido. Un tarde de perros. Agua y diluvio. Un preludio -rima consonante- para lo que se avecinaba. Errores de principiante sumados a una semana irregular, me han llevado a celebrar quizá una de las dos peores carreras de mi vida -la otra Mengíbar en julio 2009-.

Con la lluvia ni calenté y se me ocurrió, apenas 20 minutos antes de empezar la carrera, tomar un café con leche. Ese café se me clavó desde el km 4, donde las pendientes miraban hasta un 45% de desnivel y me hizo ir sufriendo hasta la meta con continuos pinchazos, arcadas y demás angustias asquerosas.

La desazón me envadió a partir del km 6, en lleno descenso donde cada vez que apoyaba el pie derecho sentía un terrible dolor que me invadía desde la ingle hasta el hombro derecho, lo que provocó que me viniera abajo y llegara a la meta andando, con un cabreo de cojones y con una ganas terribles de llorar de impotencia.

Al final 10.200 metros, con un tiempo de 51:46:21 (5:01/km), una posición en la general 138 (llegaron más de 400 corredores) y en mi categoría la 26ª, muy lejos de la clasificación y resultado del año 2010, donde ocupé la 63ª en la general, 13ª de mi categoría, con casi 4 kms más de distancia.

Como digo una tarde para olvidar. ¡Mierdón!

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PD: Ahora me queda el consuelo de afrontar mejor el Cross Urbano del Barrio del Pilar el día 29 de mayo, que el año pasado no me salió muy bien.