09
2012La libertad, la mejor herencia
Diario IDEAL, 8 febrero 2012
Este domingo volvía a ver la excelente película ‘Caza a la espía’ (Fair Game) que en el año 2010 Doug Liman llevara a la pantalla, protagonizada por Naomi Watts y Sean Penn, film basado en la verdadera historia de la espía Valeri Plame. Al margen de descubrir las cloacas por las que se mueve el poder que son capaces de generar una guerra, pese a los informes en contra de los servicios secretos, la película deja sobre la mesa otros aspectos que bien merecen una reflexión.
Que Bush mintiera sobre las armas de destrucción masiva de Iraq, es algo más que evidente. Su padre debió acabar con Sadam en la primera guerra del Golfo. Pero que en ese país, la libertad y la verdad, elementos esenciales de la democracia, es algo indiscutible.
La película critica abiertamente el desastre que supuso para EEUU la política exterior de Bush. Pero la acción pivota sobre la lucha por la libertad y la verdad que los dos protagonistas, sobre todo él, el diplomático Joe Wilson, mantiene contra la Casa Blanca, la administración política más poderosa de todo el mundo. Y Joe gana la batalla.
Y gana la batalla gracias a la libertad de su país (libertad de expresión, de información, de cátedra…) y búsqueda permanente de la verdad. Por eso Joe Wilson, lucha contra la ‘verdad oficial’ apoyándose en los medios de comunicación, las universidades y su amplia experiencia como diplomático de carrera en la complicada actividad exterior de los EEUU. Pese al infierno inicial, la carrera de fondo en la que se meten, da como resultado una verdadera alegoría de la democracia, la libertad y la verdad.
Nadie, ningún país, nos guste o no, debería carecer de democracia -efecto-. Ese poder que genera la libertad -origen- y que gracias a la verdad -consecuencia-, nos hace ser verdaderos poseedores de una legado impagable para nuestras generaciones venideras. Es el epílogo poético de este film.
Y los que vivimos en regímenes democráticos tenemos la enorme responsabilidad de ejercer nuestra libertad en todos los aspectos como integrantes de una sociedad civil digna de lo mejor, y la búsqueda permanente de la verdad frente, sobre todo, a las enormes mentiras del poder.
Ser ciudadanos activos, exigentes, críticos, nos acerca más a la perfección de una sociedad verdaderamente democrática. Enfangarnos en las medias verdades, en las verdades oficiales o sobre todo, comulgar con ruedas de molino por el mero hecho de ser ‘no críticos’ por ser políticamente incorrectos, es algo ‘no deseable’ que un verdadero ciudadano libre y con sentido del deber democrático, debe dejar a un lado.
Joe Wilson nos da una lección de lo políticamente incorrecto, extremo olvidado durante muchos años en España, y más de treinta en Andalucía. La putrided que ofrece nuestra Junta e Andalucía, sólo en los casos de los ERE’s fraudulentos, nos exige como ciudadanos, pedir la verdad y toda la verdad, y pedir responsabilidades políticas y penales. No en vano, el poder judicial, es otro de los pilares de nuestros Estado de Derecho. Pero si queremos seguir luchando por nuestra democracia y legar un verdadero estado de libertad y de ciudadanos libres y críticos, tenemos que dar ejemplo.
El poder no debe ni puede ejercerse, por muchos años que los ciudadanos otorguen la confianza democrática, sobre intereses espúreos, partidarios, sectarios, genuflexos nada compatibles con una verdadera administración democrática y que debe ofrecer a sus ciudadanos siempre la verdad.
Comentarios recientes