Pocas veces un reto ha supuesto tanto de divertido, tanto de emocionante, tanto de superación y tanto de libertad. Tras varios días en Londres y viendo lo bien que me siento de forma, entrenando en Wimbledon Common, y mirando el mapa, me pregunté: ¿por qué no puedo llegar al centro de Londres y ver la ciudad sólo como la puede ver un corredor de fondo?

Dicho y hecho. Aprendí por donde salir del parque de WC y tras marcar varias rutas alternativas en G Maps y gracias a mi Garmin, tracé la ruta y puse el día: 21 de marzo, sin tener en cuenta que hoy es el Día mundial de la poesía y el arranque de la primavera. Y ambas cosas tiene su importancia.

Con una temperatura absolutamente fabulosa y un sol espléndido arranqué mi marcha entorno a las 12 de la mañana de Wimbledom junto a la iglesia Sacred Heart. Desde aquí mi ruta habitual atravesando todo el parque de Wimbledon Common. Al finalizar era donde empezaba la aventura pues ya desde Putney Hill hasta el centro es recorrido urbano y desconocido.

Y al llegar a la zona de Putney descubrí a lo que me enfrentaba: un hormigueo de gentes, carritos, autobuses, semáforos, calles, etc. que hacen la ciudad divertida por la cantidad de obstáculos que hay que salvar. Además mini paradas para tomar fotos -una lástima no llevar una cámra subjetiva-.

Me emociono y digo: ¡tú puedes! Y casi sin darme cuenta llego a Putney Bridge, famoso por algunas escenas de cine. De ahí giro a la derecha y me meto por New Kings Road que me llevará por Kings Road hasta Sloane Square.

Gentes, tiendas, coches… cientos de establecimientos que ven como entran y salen perosnas. Parques preciosos… y el sol de compañero inseparable. Es el exclusivo barrio de Chelsea. Aquí las chicas visten de otra forma. Tacones, minifaldas y en muchos sitios, chóferes en la puerta. Casi que puedo ver a Pippa…

Al llegar a Sloane Square me paro a tomar un trago de agua -corro con mochila por primera vez-. llevo algo más de 10 kms y estoy exultante. Decido en un semáforo si tirar por Sloane Street o por  Eaton Square. Como Sloane St. la conozco, decido irme por Eaton Sq y llegar a una zona que conocía: la espalda de Buckingham Palace.

Desde ahí ya guiándome por la señales de tráfico, me he denetido unos segundo delante de la casita de Her Majesty, fotito y cruzo a Green Park.

Este parque es maravilloso. Hoy además estba petado literalmente de mujeres corriendo, comiendo, descansado, tomando el sol. Impresionante. Salgo por la puerta cerca de la parada de metro y enfilo ya Picadilly St.

Correr por lo soportales del Ritz tiene su punto. A continuación me voy a la mediana y desde allí, ya como un tiro hasta la famosa estatua del angelito en Picadilly Circus, tal vez la plaza más famosa de Londres y seguro que del mundo. Voy emocionado y con los pelos de punta.

Paro mi reloj y éste marca 1:12:49 y 14.51 kms. Trago de agua y foto. Luego he ido a buscar a celeste a su ofi (no la he encontrado) y regreso hasta la parada de metro de Green Park dando un paseo delicioso bajo un solecito que acariciaba mi cara en plan… ¡lo has conseguido chaval!

Este reto más que por la distancia o el tiempo, nada del otro mundo, era por esa sensaicón de corre 100% urbana por una gran ciudad sin que fuera una carrera o competición. Otra forma de ver las cosas, las calles, a las personas… el pálpito de una ciudad viva se ve y se siente de forma diferente cuando te pierdes de esta forma por sus calles.

Es la indescriptible sensanción de sentirte LIBRE.