Abr
17
2012La justicia anda suelta
Princesa. Justiciera. Andas ahora suelta. Las cadenas se derritieron. La venda y tus ojos curan heridas sólo mirando por donde sangro.
Sangre descorchada de mi cuerpo por un filo que cuelga de una de tus pestañas voladoras, asesinas.
Tiempo detenido por el metal de tus labios sellados. Sin palabras. Sentencia muda.
Este atardecer, sentado en el cadalso, es tan bello como la cicatriz que ahora usas como guía de tus pasos. No lo dudarás. Impartir justicia es tu justa ambición.
Y mudo acato. Sentencia invisible.
*Foto: Sophia Thomalla
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