Sep
10
2012Se te ve el plumero
A cada paso que doy me indicas que hay polvo. Mucho polvo.
A cada paso que no doy me insistes en que sin polvo nada eres.
A cada trago que bebo, me replicas que polvo soy y en polvo me he de convertirme.
Y si no bebo, me dices que me ahogaré con el polvo del camino, siempre corto.
A cada brazada que doy, me sugieres convertirte en polvo. Y si te lo sugiero, haces que nade para volver a ser polvo.
Y cada vez que regreso a ser polvo, porque me lo pides, sólo me encuentro con tu plumero.
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