Pues se acabó… el año

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Diario IDEAL, 26 diciembre 2012

No ha llegado el fin del mundo. Y eso que nos habíamos empeñado en creer a los antecesores de la abeja Maya. Lo que sí ha llegado a su fin ha sido este año 12, o sea, el que precede al décimotercer año del siglo XXI, o lo que es lo mismo, el año que en que dejamos de vivir sin la nada intelectual de ZP pero sufrimos los devastadores efectos de su payasismo histórico. Se cierra el año 12 después de habernos ajustados todos el cinturón gracias al despilfarro que se urdió de forma ordenada en los últimos ocho años. Sin duda, tan magna obra de descerebrados, nos ha obligado a adelgazar a pasos agigantados de tal suerte que ya nada se sustenta sino es por el esfuerzo de muy pocos, cada vez menos, trabajadores, nanopymes, micropymes, autónomos y alguna empresa más.

Este primer año que pudimos vivir sin la zozobra de la inutilidad gubernamental de la cohorte de lelos que le movían el abanico a ZP, ha sido duro, muy duro. Ha sido el año en el que descubrimos -hasta los televidentes de Canal Sur- que la corrupción habita en Andalucía, tierra de libertarios que luchan porque nos arruinemos un poco más cada día. La estulticia de las dos ‘legislanadas’ de ZP nos ha traído un Banco de España que permitió agujeros negros y oscuros en las entidades financieras tales como a hacer el gilipollas en pleno Wall Street. Hoy nos toca pedir casi 40.000 millones de euros.

De aquellos impresentables este déficit. De aquellos chupópteros de Aena, aeropuertos ‘out of order’ como Ciudad Real o Castellón -no hablemos ya del ‘chucuchú’ jaenero-.

De aquellos meapilas, un año repleto de escándalos que han llevado al banquillo a urdangarines, garzones, campses, matases, ferrandes, ratos, blancos, ere´s, campeones, y otros miles de finas hiervas que abundan en nuestro pútrido país, heredero de la más pútrida, mísera y bastarda gestión pública y política. De todo esos polvos, este lodazal de 2012. Karina, mientras, espera para volver a ser montura de alto vuelos. Y es que este año mariano, el año en que Mariano incumplió todas sus promesas electorales, hasta la de borrar de nuestras mentes la fétida gestión ‘progresoista’, se ha convertido en el año de tortura a los españolitos, por acción y por omisión.

Por acción, porque nos merecemos, en casi todo, lo que nos ocurre. ¿Qué se puede esperar de ocho años de inutilismo y ridículo internacional? Hoy lo estamos pagando -con creces-, como estamos pagando, por omisión, lo que debimos hacer y no hicimos, como ser más exigentes con nosotros mismos y con el prójimo a la hora de exigir, por ejemplo, el IVA, los impuestos, el dinero A, el pagar en tiempo y forma, o el ser funcionario desde los 23 como si eso fuera el maná que todo lo salva.

Ya nada de eso funciona y tal vez el año 12 sea, no sólo el primer año que nos quitamos de encima la caspa asquerosas de la gestión zapatera, sino el año en que empezamos a ser y sentir diferentes, en construir un uveo modelo productivo, en crear una concepción de Estado moderno y que nada, sin ingresos bastantes, es sostenible. Que una empresa, sin burbuja, es sostenible y que un país, sin sindicatos y partidos subvencionados, es más sostenible. Pero toda regla general tiene su excepción. Andalucía con su 35% de paro y Jaén con un 40% de desempleo, nos condena a ser la provincia con más desempleo de toda la UE. Casi nada. ¿Qué son 32 años en la vida de una sociedad? Y nada cambiará en el año 13, ya que el 12 nos trajo al heredero que no ganó las elecciones, y nadie protestó. Pero gobierna tal y como a diario nos lo dice Canal Sur, sus trompetas, tambores y cristos resucitados. En fin.

El pestilente 2012 -pobre él- se va siendo de los años en los que los comedores de Cáritas más se usaron, pese a que desde alguna cadena de televisión se escupa en la cara de quienes hacen que esto sea posible -lo de dar alimento al hambriento-, envueltos en un marxismo de Gucci y hoteles de cinco estrellas. El año 12 nos ha enseñado cómo pagar nuestros errores, nuestra dejación, zanganismo, cutrismo y nuestro amor por no tener ni un gramo de dignidad ni como pueblo ni como nación.

Pero hasta esto tiene solución, porque ni la herencia de ZP dura toda la vida, ni Zarry ejercerá de mameluco griñanesco al servicio de Ruby ‘sine die’. Ejemplo: el estilismo de Soraya. Esto se ha solventado en 2012 como que en 2013, las cosas vendrán mejor dadas. Al menos, Mariano, siendo un tonto útil, es menos payaso en Europa que ZP lo era a nivel mundial. Pero para el año 13 habrá otra columna. La semana que viene. Nos deja este año par en el que nadie aún ha entonado el ‘mea culpa’ porque en este país, o lo que queda de él, nunca nadie tiene la culpa. La tiene el de enfrente.

Por eso los alemanes acaban el 12 ofreciendo para el 13 más de un millón de puestos de trabajo para extranjeros. Qué cabronazos son estos teutones con lo de puta madre que se vive con la miseria genuflexa andaluza. Así es este 2012. El año que en pudieron ir mejor las cosas pero, ¡joder que mal!

Pero incluso entre el melonismo estructural, la nulidad transversal, la nada intelectual, el derrumbe, los escombros, la miseria, la mierda… hay esperanza. Creo que eso es y será el año 13. Impar y, además, 13. Por eso, y aunque no hayas leído nada nuevo en esta columna, porque no soy de sacar conejos de la chistera, no voy a dejar de decirlo, aunque no sirva de nada ni me hagas puto caso. Y porque tengo mucho que agradecer a este año 12, y mucho más en lo que confiar en el 13, te deseo lo mejor para estos días y seguro que, como todos, apretando el culo, el año que viene será irrepetible.

Porque nunca hemos estado peor.

Porque nunca estaremos mejor.

¡Feliz 2013!