Pilar García Palacios, nos cuenta en este texto, su experiencia en el proyecto #19mujeres

La mayoría de las veces, somos espectadores del mundo: observamos a los demás, como crecen, como se casan, como se licencian, como tienen hijos, como triunfan; oímos a nuestro alrededor que los países entran en guerra, que una región ha quedado totalmente devastada por un terremoto, que un hombre ha asesinado o su pareja, o que, alguien está enfermo…


Respecto a lo primero, deseamos fervientemente ser los protagonistas de la historia: nosotros también queremos crecer, triunfar, tener hijos y una bonita familia; pero, cuando nos adentramos en la crudeza de la vida en su estado puro, cerramos los ojos, los oídos y dejamos que pase sigilosamente por nuestro lado; aguantamos la respiración para que, ni tan siquiera nos roce.

Por eso, cuando nos comunican que tenemos una enfermedad con una denominación históricamente maldita, como es el CANCER , los episodios de nuestra vida, pasan veloces a nuestro lado, dejándonos totalmente aturdidos y sorprendidos porque, en ningún momento le hemos dado cabida: a los demás, les ocurren esas cosas, pero a nosotros, no. Es imposible.

Y por primera vez somos realmente conscientes de nuestra mortalidad y limitaciones. Ahora bien, en la redacción de nuestra vida, depende de nosotros hacerla poesía o prosa. La realidad es la que es, y no la podemos cambiar; pero, lo que si podemos hacer, es cambiar la perspectiva: podemos tener la enfermedad, pero no sentirnos enfermos.

Podemos poetizar y continuar componiendo un canto a la vida, o, por el contrario, podemos prosaicamente, dramatizar aún más esa realidad.

Desde el primer momento, supe que, esta vez, era la protagonista del lado “oscuro” de la vida, y no estaba dispuesta a sucumbir en las tinieblas del miedo, de la desesperación y de la depresión. Me había propuesto hacer poesía con la palabra CANCER.

Y dicho y hecho. Diariamente, me he levantado con una sonrisa, con ganas de ganar la batalla y, riéndome de mi misma, he escrito siempre con líneas ascendentes, a pesar de no tener fuerzas ni de coger el lápiz; he intentado empaparme de todas las cosas buenas que me ha aportado esta nueva y espontánea realidad, y que han sido muchas.

Entre ellas, este proyecto tan humano, entrañable y trasgresor que, mi amigo y compañero Fernando ha ingeniado en esa “cabecita” que no para de idear y de crear y que, creo firmemente, se ha superado.

Foto by Nacho Gil ‘Behind the scenes’ #19mujeres

Y si… gracias a Fernando, este involuntario protagonismo que he tenido que vivir, se ha convertido en toda una oportunidad de gritar al mundo que, nadie estamos exentos de que nos ocurra a nosotros, pero que a pesar de ello, lo importante es que, no estamos solos, y saber que, diariamente, multitud de personas participan y luchan a nuestro lado para acabar con esta enfermedad y, todos ellos pasan a formar parte de nuestra película personal: investigadores, médicos, enfermeros, sanitarios, familiares y personas anónimas.

De hecho, las 19 mujeres que han participado a mi lado en este maravilloso proyecto, no solo me han arropado con su amor y participación desinteresada sino que, además, me han transmitido esa fuerza, solidaridad y ganas de vivir que, todas y cada una de ellas irradia por todos sus poros. En la foto realizada por Fernando en la que, todas ellas me rodeaban en círculo con sus manos, noté que me blindaban con una fuerte carga de energía que aún perdura en el dia de hoy. Ellas, son fuertes, y han querido transmitir junto conmigo, al resto de las mujeres que, hoy en dia, podemos superar esto y mucho más….. gran parte de la sanación depende de nuestra actitud ante la vida, y en concreto,ante la enfermedad. Gracias chicas por esa solidaridad.

Por todo ello, he decidido poetizar mi protagonismo y deseo que, cada vez sean más mujeres las que escriban de este modo, su propia historia personal.

Texto: Pilar García Palacios