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2012And I will be alone again tonight, my dear*
Diario IDEAL 21 marzo 2012
‘Casi no llego. Y es de noche. Trompetas mudas en la oscuridad me avisan. Tú ¿dónde estás? Busco. / La noche, innombrable compañera. Dame la mano. Ahora delante de aquel escaparate donde nos besamos viene la noche. Otra más. / Mi reflejo pone cabeza al maniquí de yeso desnudo que me observa tras el cristal. Pero es de noche. Una más. / Mi alma desaparece tras los sones de aquella guitarra que gritaba, una y otra vez… and I will be alone again tonight, my dear…’.
Este ‘popup’ me sirve de introducción para la columna de esta semana, ahora que estoy lejos de España pero que, pese a la globalización, no se llega a estar lo suficientemente separado de él. Esta noche, donde volveré a estar solo, me sirve para dedicar algo más de tiempo a la gran red que desde que la descubriera allá por el año 2003, se ha convertido en amiga impenitente de mi evolución como persona.
Soy de los convencidos de la red. Aquí llegué porque necesitaba crecer. Y es lo que me encontré. Una nueva forma de entender la comunicación, los negocios… por fin una visión global de este mundo que, cada día, es más pequeño.
En aquellos años, pocos nos atrevíamos a hablar abiertamente de proyectos en Internet ya que la red estaba, aparentemente, petada de porno. Todavía no hemos sido capaces de reconocer todo lo bueno que el porno ha hecho por Internet. Pero dicho esto, seguimos creyendo, entonces y ahora, que a Internet se llegaba para compartir, y al compartir, crecíamos. Esa ha sido mi filosofía desde entonces. Por eso he generado proyectos de más o menos calado, de más o menos proyección, de más o menos éxito económico.
Sin embargo siento que, de repente, todo se está enmierdando. La redes sociales, sobre todo, se han llenado de groupies histéricos de los partidos políticos que sólo están aportando más cainismo, miseria y mierda a un país ya lleno de detritus hasta el corvejón. La buena educación y/o el diálogo con argumentos ha dejado de ser un estilo y asisto cada día a cruces descalificaciones, insultos, mentiras, falsedades que hacen que sienta unas náuseas increíbles de potar sobre todo este enjambre de gentucería que han convertido este ‘patio de vecinos’ en una comunidad asquerosamente detestable.
Ignoro cómo y por qué gentes que aparentemente están formadas, entran al trapo de todo esto y se dejan llevar por esa hipoteca ideológica que son los partidos políticos, enmierdadores profesionales de todo lo que tocan, prostíbulos de ideas y convicciones, donde se adula al líder teniéndote que tragar sapos, culebras me río aquí de las escenas del porno-. Es absolutamente indigno. Y todo por un poder que es efímero. Porque el poder político es efímero, aunque treinta años dure.
Voy a pasar un buen tiempo eliminando a todo/as esto/as sujeto/as a lo/as que es imposible arrancan una sola palabra en positivo. España, por desgracia, está en lo que está, pero depende de nosotros, de cada uno de nosotros y no de esta gentuza deslenguada, ignorante, insultante, el sumar a la causa para salir de donde estamos. La miseria siempre llama a la miseria y cuando, rodeados estamos, por este tipo de mensajes, siempre negativos, sesgados, partidarios -asquerosos en una palabra-, más se te revuelven las tripas aunque llega el milagro de saber para que está esta red y tu capacidad, como individuo -único, singular e irrepetible- de acabar con ello.
Lo dije, lo digo y lo diré: aquí hemos venido para compartir. Compartir para crecer. Por eso, otra noche, ante este mísero y rácano panorama ‘I will be alone again tonight, my dear’.
* Foto: Anton Robert
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