Anillos

Cuaderno de bitácora: día 10

Es curioso. El espacio, el Universo, la galaxia muestra, a veces, formas caprichosas que en un paseo espacial te dejan a punto de consumirte por la inmensa pequeñez que se siente. Hoy, por ejemplo, tras nuestro salto lumínico nos hemos acercado a Saturno. He podido disfrutar de un largo y silencioso caminar sin camino con un fondo negro, estrellado y repleto de círculos.

He estado apunto, incluso, de sentirme aguja, aguja de las que hacían "cragcragcragcrag" cuando saltaban de surco en surco.

Recuerdo que uno de mis abuelos poseía una reliquia. Un reproductor de vinilos negros que había traido consigo, a su vez su abuelo, en el exilio de la Tierra  a Verde.  Hoy en mi salid< casi he podido colocar mis pies sobre los anillos que rodean en perfecto maridaje a Saturno y reproduir música… aunque las notas musicales aquí no existen y a mi, cada vez más, como un viejo disco rayado, ya no se me oye casi nada.