Bladerunnerando

Diaro IDEAL, 10 marzo 2010 (ha salido cortado en la prensa, hacia el final)

Vaya nombrajo anglicado de postín que me acaba de salir. Y todo porque llevo casi cuatro meses sin ver el maldito sol, ese sol, el de España, el de Andalucía que hace que las guiris -y patrias- se quiten los bikinis, se nos llenen los chiringuitos de cafés, tostadas, aceite, tertulias y comentarios varios. Ahora los programas del tiempo duran veinte minutazos, hay un mogollón de webs dedicadas a esto; los bomberos no usan camiones, sino que salvan a la peña den motos de agua; Jerez se nos ahoga, no en vino, sino en agua. Aquí ‘los puentes’ más de lo mismo. Todo por ese ambiente que Scott -Ridley- plasmaba en su película en la que Ford -Harrison- iba tras los replicantes envuelto de forma perenne en un ambiente plúmbeo y lluvioso. Siempre llueve. Aquí también. Hoy ha amanecido con una gran nevada, pero ayer que transitaba por los campos de la provincia vi agua donde jamás antes mis ojos habían imaginado que nacería o viviría el líquido elemento.

Mañana será 11-M. Hace unos años, el día en que los terroristas decidieron cambiar el destino de este país, llovía. Llovía mucho. Llovió mucho. La mañana del 12 fue gélida. Y por la tarde, a la hora de la manifestación en Madrid, llovía a cántaros de 500 litros. Pensábamos que el cielo, así, mostraba su pena ante el mayor atentado terrorista sufrido en Europa -sin Guerras Mundiales-. Ahora -lo de estos meses- creo que es una puñetera venganza del clima ante tanto mentecato trincón que con lo del calentamiento se ha llenado el buche. Los más mayores hablan de 1963 y otros de los años 40. En otros lares como Washington las nevadas eran este año como las de hace cien. ¿Vamos al frío o al calor? Yo no lo sé. Lo que sí sé es que se está tirando agua como nunca -no tenemos infraestructuras que nos permitan almacenar para cuando no haya-; se ha perdido cosecha como nunca; las ovejas y cabras se mueren de frío en Málaga porque a ellas no las meten en secadoras. En Almería han salido goteras en millones de hogares y como decía más arriba, en Cádiz y Huelva, los bomberos salvan en motos de agua como los pijos con ‘raibans’ en Miami.

La cuestión es que prefiero en calor de ‘Negociudad’ que no esta lluvia, y gris permanente, aunque allí olía fatal ya que funcionaban con el metano de los detritus de los cochinos, que por cierto, sufren tanto o más que los toros bravos, al ser sacrificados, raza por otra parte -la de los cuernos y rabo- que va a ser expulsada en algunas zonas de la España feudal, al estilo siglo quince con los judíos como protas. Luego nos quejamos de las deudas y las memorias históricas, pero con tanto gorrino gorrón viviendo de mis impuestos, no me extraña que quieran eliminar, tipo Pol Pot a todo lo que huela a rojo y gualda. Y eso que a mí, ambos colores, me la traen al pairo… o mejor… a sotavento.

Otros se entretienen en defender el ‘punto G’ aunque ese punto se haya cargado de marrones, tierra, muertos, faisanes, cobros y ‘convolutos neoyorkinos’ varios. Ya lo decía aquel: más vale malo conocido que bueno por conocer. Yo por eso me quedo con el de toda la vida. El otro, está ‘sobrao de to’. Hasta de palmeros.