Bolas de colores

Andan las tarjetas ardiendo… las letras V+I+S+A conjugan su demoníaco canto con sirenas que encallan en ruinas bancarias… y allá van los ejércitos de frustrados seres humanos que compran amor sin tiempo para ver que el amor no se compra…

Limpian sus conciencias con maratones televisivos, bailes de máscaras para los más pobres a los que jamás les llegará el ruido del teclado de su terminal de pago. Y ellas, las letras, las cuatro letras nos maldicen, mientras que ellos, los perros callejeros, mueren de inanición porque sus fósforos están impregnados en las gasolinas de sus impotentes  coches de fuego… olvidándolos durante 356 días…

Los paupérrimos somos así… desgajados de nuestros árboles, las bolas la usamos para echarle huevos a la vida y gritar… ¡qué mundo de fariseos! ¡ Que la navidad -con minúscula- os pille confesados y bien gastados!

Luego habrá que adelgazar para que los de más abajo. al este o al oeste, sean aún más pestilentemente pobres…

Y Jesús… os echaría del Templo como vulgares consumistas.