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2010Break on through (to the other side)
Diario IDEAL, 9 diciembre 2010
Cuando el Rey Lagarto decidió irse al otro lado y poner en práctica su propia composición poética aquel nefando 3 de julio de 1971, nos dejó una herencia musical que se ha tornado en imprescindible en cualquier discoteca y sus letras, de una fuerza psicodélica de tal magnitud, que nadie debería atravesar la puerta de la caja de pino sin haber leído algo suyo. Yo no me canso de oír sus canciones. En particular ‘The End’, a la sazón coplilla de la banda sonora de ‘Apocalypse Now’, obra maestra de la más moderna creación cinematográfica.
Sin embargo hoy, el otro lado, no es ya un viaje sin retorno. Es algo llamado Internet, que un buen día, deja al descubierto las miserias de muchos. El caso Wikileaks es un gran ejemplo de como aún quedan resquicios para evidenciar la porquería vomitiva de los que nos gobiernan y ver, en negro sobre blanco, como nuestros dirigentes mienten, mienten y mienten. Y se cagan de miedo.
Cierto es que no hay que irse a Wikileaks para saber que Carmen Chacón es ‘una inmadura política’ o que José Blanco es ‘alguien poco fiable’ o que el más listo de todos en Rubalcaba. Para esas pesquisas no nos hacía falta ningún espía mentecato al servicio de la CIA. A mí para lo que me ha servido los desvelos de Wikileaks es para refrendar mi convencimiento de que estamos dirigidos por un señor que tiene menos cabeza que un pollo camino de la olla.
No sólo su evidente mala educación -affaire bandera americana- nos ha costado mucho en cuanto a nuestra relación con la diplomacia americana -y con la de otros países-, es que el invisible ZP es ‘un político cortoplacista que supedita los intereses comunes al cálculo electoral’. Es decir, nada de visión de Estado. Ni para presidir la comunidad de vecinos.
Preside el Gobierno un señor al que no se le conoce producción intelectual alguna, presume de leer un libro en verano, que no habla inglés, o que llegado el momento de tomar la decisión más importante en la Historia de la Democracia, en vez de dar la cara, a riesgo de partírsela, va a lavarse los detritus que le manchan los boxes, dejando -de facto- que el país lo presida, curiosamente, el más listo de la banda.
Si Jim Morrison viviera en España no tomaría ni drogas ni alcohol. Con una lectura diaria de la prensa libre en Internet vería como el personal se va al ‘otro lado’ viendo las inyecciones lisérgicas que les meten en las televisiones públicas, como la sonrojante sureña, dando pábulo a declaraciones como las del señorito Zarrías que en otro país con vergüenza democrática estaría ya dándole a la azada en un terruño seco.
De todas formas, todo esto sería fuego de artificio. Un chute, desde luego, es ver como tu país se va la mierda con un Presidente que ni llega ni se le espera. O sea, multiplicado por cero. El sátrapa marroquí está al acecho. Veremos quien manda a la Brunete a Ceuta y Melilla. Me barrunto que Rubalcaba. A estas horas el mejor presidente del gobierno que podríamos tener.
Pese a ser el portavoz del Gobierno del GAL, la CIA dice de él que ‘es conocido por su inteligencia, discreción, trabajo duro y por su dominio de los detalles y su capacidad de negociación’. Un tío así, merece mi confianza. Aunque lleve una pistola en el sobaco.
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