Cameron de la isla

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Diario IDEAL 14 diciembre 2011

Es lo que tiene el Canal de la Mancha. No hablo de la televisión de Cospedal o el carril por el que solía ir el progre Barreda, socialista de los de verdad, montado en ese Audi A8 que ahora no hay narices de vender, como si de un reyezuelo se tratara. No. El Canal de la Mancha es lo que aisla al continente de Gran Bretaña cuando hay marejada. Así es como viven ellos respecto del resto de Europa, un grupito de países en los que se crían los caóticos griego, los mafiosos italianos y los urdangarinizados españoles. Por eso estoy con Cameron de la isla que, a este club y a estos socios, no quiere ni verlos.

Yo tampoco me jugaría ni un solo penique en un club en los que pudieran estar tejemanejeando pajines, blancos, zapateros, chaveses, zarris, mendezes, tojos y compañía, ni que un día el presidente del mismo fuera amiguete de Camps, Matas o Teddy Bautista, o que el director técnico de este o aquel departamento fuera un señorito alto que presume de ser el yernísimo para cobrar una pasta inconfesable y dejar a la Casa como puta por rastrojo.

Y es que los britihs son muy listo. Muy piratas o muy corsarios, pero ¡coño! saben de esto. Saben que su libra no es moneda de cambio para pagar puticlubs con cargo a presupuestos municipales, scorts en fiestas mediterráneas o un ejército de políticos corruptos que se pasean sin pudor por la Acrópolis.

Saben que en su City se menea más pasta que en Nueva York, Francfort o Tokyo. Que Hong Kong se lo devolvieron a los chinos porque sabían que el agujero capitalista ya lo tenían hecho, que Gibraltar jamás será español y que hay muchas de sus antiguas colonias donde se vive de puta madre aunque tengan nombres tan peligrosos como las Islas Caimán.

El ‘coño de la Bernarda’ en que se ha convertido la Unión Europea, ha puesto contra las cuerdas a nuestro Cameron de la isla, el premier que cuando viene a España de vacaciones se aloja en un 3 estrellas que se paga de su bolsillo, y ha provocado un gesto más de congruencia que un bienqueda, tan típico en la burocratizada UE. Ha dicho antes muerto que sencillo. Antes, que me encierren en la Torre de Londres, que me mezclen con esa maripandi cuya jefa está también hasta esa parte de Bernarda de pagar los platos rotos de los golfos del sur despilfarradores, perros, frescos, descarados, sinvergüenzas y todo un largo etcétera.

Y es que Cameron de la isla no ha hecho nada que no sepamos que los chicos de las islas saben hacer. Se mantienen en su sitio. Nadie controla su economía y para más inri, es el destino más deseado por los jóvenes parados españoles que ven en Londres, por ejemplo, aquel lugar dorado donde ya no se va a abortar o a fumar porros, si no a algo tan terrenal como currar. Es lo que tiene vivir en un país donde ha campado a sus anchas la nulidad intelectual, las recompensas partidarias o, en el caso de Andalucía, vivir en una región que durante 31 años tiene a los mismos señoritos incultos e ineptos en la gobernanza de su 30% de paro aferrados a sus ansias por ganar una guerra que no vivieron.

Evidentemente, Cameron de la isla, es que ni quiere oír hablar de tener que juntarse con esta calaña de gentuza, vividora que ha ahogado a varias generaciones ya en el olvido que ya ven en Liverpool el sol que no hallaan desde Ayamonte a Cabo de Gata.

No nos asustemos de nada. Recogemos lo que sembramos. Y en este septenio socialista, hasta la Casa del Rey ha salido trasquilada. Normal que Cameron y los de sus islas, no quiera apostar los cuartos en esta partida. Saben que por ahora y hasta que las cosas no cambien, hay trileros por todas partes.

Por eso, una día, Angelita de mi corazón va a dar la ‘espantá’. También sus ciudadanos están hasta el gorro de tanta mangancia consentida.