Me duelen los ojos. ¿De mirar? ¿de observar la nada? Nada. Oscuro. Así es el nado. La nada es oscura. Y nado porque si no, ahogado quedo. Como colgado. Colgado de una cuerda. Cuerda es antónimo de loca. Y si la vida y la cuerda son locas, acabáramos.

Me duelen los ojos. Las cuencas. Y los cuencos. Cuenca no hay más que una. ¿Y cuencos? Tantos como charcos. Para ahogarse. No. Uno no se ahoga en un charco. Se ahoga en un vaso de agua, tras caerse al mar desde un acantilado. O un barco.

Me duelen los ojos. De abrirlos y cerrarlos. Persianas metálicas. Pesadas y pesados. Como ellos. Como los agujeros. Como los ataúdes.

Las manos hoy no me duelen. Me duelen los ojos de mirármelas. De tanto cavar tumbas.