16
2011¡Cómo está el patio!
Alemania busca ingenieros, en Reino Unido precisan de profesionales del sector sanitario y en los países de Europa del Este crece la demanda de perfiles relacionados con el desarrollo de infraestructuras. Esto dice una de las cientos de newsletters que me llegan al correo electrónico casi a diario. Es cierto que así es imposible no saber hacia donde vamos.
Y digo esto porque si el terremoto de Japón pasa aquí, la que se habría liado. No sólo porque habrían desaparecido todas esas miles de casas ilegales que preñan nuestras maltratadas costas gracias a alcaldes especuladores apoyados por los reyezuelos de las taifas autonómicas, sino que además habría sumido aún más a la economía española en su peor crisis de la historia.
Allí, en Japón, están a la par que después de la 2º Guerra Mundial. El país más endeudado del mundo (el 200% de su PIB) ha sufrido en sus carnes el envite de la naturaleza que cuando se pone sobrada y cabrona lía este desmelene que ha puesto a los japos en jaque. Menos mal que allí hay orden y concierto sino habríamos visto saqueos, robos y maleantes a tutiplen. Por eso estoy convencido: saldrán adelante más pronto que tarde. En eso son muy parecidos a los alemanes que tras la citada contienda mundial no sólo sacaron a su país adelante sino que muchos años después, y tras la reunificación, son la primera potencia europea para envidia de nuestros socialdemócratas amantes del paro y la codicia en forma de ERE´s ad hoc.
Por eso en las meritadas newsletters, se habla de cómo currar en el extranjero, porque aquí esto no se lleva nada. Lo de currar. Por eso, otra vez Alemania, nos ha exigido equiparar salario a productividad. ¡Qué bien! Pero me temo que Merkel no conoce a esos ministros sindicales que se afanan en seguir arruinando al personal y por supuesto, creo, será misión imposible, salvo que, otra llamadita por teléfono, como en mayo de 2010, ponga firme al menguante y huraño remendón al que ya no quieren ni sacar en los mítines.
Mientras que vemos la vida pasar, las teles nos llenan las noches de gentes que hacen las américas, las europas o las oceanías, presumiendo de lo puta madre que le va en éste o aquel destino. Tod@s dicen que echan de menos las tapas, el jamón o la tortilla. ¡Qué consuelo!
Aquí tiramos de Torrente y nos olemos la mano después de tirarnos un pedo viendo sesiones y sesiones de ‘mourinhadas’ que terminan por colocarte al borde de un ataque de nervios al ver tanta cipotería dicha por un señor que le importa un huevo lo que piensen los demás. Eso sí, chupa minutos de circo para morirse.
He reclamado, pues, más presencia de la gente que, en esta situación, está luchando por abandonar la mediocridad y el pesimismo que nos acompaña. Pero los medios de comunicación no están por la labor. Todo el protagonismo se lo dan -a sabiendas- a los políticos, esos seres carroñeros, egocéntricos y paralíticos intelectuales que nos han arruinado la vida, con toda la complicidad de esta inerme sociedad por supuesto.
No hay intención de cambiar. Pero si al leer el periódico uno viera sólo ejemplos de éxito, lucha y saber hacer, otro gallo nos cantaría. Algo parecido como con Japón. Arruinado, ni una sola ONG ha clamado por ayudar a esos más de 600.000 desplazados. ¡Le sobra la pasta! Pensarán.
Pues aquí estaríamos mejor si nadie viniera a ayudarnos, a intervenirnos o a leernos la cartilla. Pero aquello es Japón. Esto es España. Tierra de bandoleros, sin rumbo en la política interior, irrelevante y sin recursos en la política exterior. Esto último no lo digo yo. Lo decía Larra. Tempus fugit.
Comentarios recientes