Mar
15
2008Cuerdo
Atado sigo a espacios que no existen sino sólo en las alcantarillas;
entramados adoquines salpicados con restos de hierro;
imágenes aldabonadas para configurar una vida cuerda.
Y sin embargo, cuerda, la vida, se tornó viuda, ya que el cuerdo murió.
¡Ay, ay, ay, ah! un vals, un tango…
y entonces llega Viena, Berlín; un río que atraviesa el cielo.
Los hombros, son hombres; las cuerdas, cadenas;
y el cuerdo grita ¡oh my love!
La flautista enjauló a la melodía… y el cuerdo no recordaba a la cuerda;
la atrapó, y sentenciaba decidiendo poner fin a todo… ¡ay, ay, ay, ah!
Los periodicos en Viena y Berlín titulaban:
Todos hemos muerto; hombres cuerdos, viudas cuerdas.
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