Ciertamente incumplo mi obligación de estar en dique seco hasta el día 1. Pero hoy, las obligaciones pasan factura y debo conectarme para que el día 1, precisamente, todo esté en orden. Tiempor habrá de contestar todos los mensajes de este mes y de abordar temas nuevos… más lecturas y escrituras.

Hay tela para rato… una de ellas es la celebrada boda (civil) de mi hermano Héctor y Bárbara -que por cierto nos dará sobrino/a en nueve meses-… este pasado día 8 de agosto, en plena canícula malagueña y con ambiente ibicenco. Me pidió una lectura… que reproduciré aquí, ya en septiembre.

En el ágape fue retratado con Alex, ese inquieto jovenzuelo de casi 9 años que, en fin, hace las delicias de su sufrido padre. Dejo este retrato para empezar un nuevo curso y así ir tomando fuerzas este finde para ponerse al lío el lunes.

Si algo he conseguido este verano ha sido (re)escribir La nave, con una extensión que bien vale  un uuuuuffff porque jamás imaginé que fuera capaz de llegar a escribir algo con esa extnesión. Era una experiencia que me tocaba pasar.