El barco se hunde

Las profundidades acogen susrestos

en un ritual mortecino yfestivo.

 

Los peces han devorado lo quequedaba

de olvido y ganas, de noches,de camas desconocidas

y envuelven sus cuerpos comoamantes que, al trasluz,

se ocultan frente a los ojosde unos niños que juegan

en la más alta de laspasarelas de la fama.

Neptuno repta por losescombros del navío

definitivamente hundido,

callado y embarrancado en elesperma de la noche.

Se atragantaron, se llenaron.

Lujuria de amantes. Manchasdelatoras.

Timón desbocado.Jarcias ahogando.

La sima es la tumba.

Hic sita est.